Tener buena imagen personal es muy importante en nuestra vida personal y profesional. Sobre todo porque la imagen influye en gran medida en la autoestima, y en cómo nos relacionamos con los demás. Si estás satisfecha con tu imagen, recorres el camino de la vida pisando fuerte y el resto de personas lo perciben así.
Estamos convencidos de que para ser más “guapos, bellos, etc” tenemos que tener una personalidad establecida y sobre todo una buena forma de ser. No se puede ir por la vida siempre con cara seria o contrariada. Si vas a una reunión donde conocerás a gente nueva, date a conocer, saca a flote tu encanto, habla y no tengas miedo de dar tus opiniones. Y sobre todo hay que ser simpático, tratar a todo el mundo con respeto y transmitir vibraciones positivas.
Las personas que se relacionan de forma simpática suelen ser percibidas como personas seguras de sí mismas y, por tanto, con un encanto personal.
Sonríe todo lo que puedas y recibe a las personas con las que te relacionas con una gran sonrisa.
Pon interés cada mañana en arreglarte el cabello, maquillarte y utilizar prendas que te favorezcan tanto en la forma como en el color.
Para tener una buena imagen personal debes conocer cuáles son tus gustos, tus preferencias, el estilo de vida que tienes y los objetivos que persigues en lo personal y en lo profesional.
Por esta razón, cuando se comienza una asesoría de imagen lo primero que se hace es escuchar activamente al cliente y hacer un cuestionario para conocer sus objetivos, ilusiones, sus metas y las limitaciones que tiene o cree tener para conseguir sus sueños. Es importante tomar conciencia de cómo nos vemos a nosotros mismos, y cuanto hay de real en esa percepción. Normalmente nos vemos peor de lo que somos y las inseguridades nos juegan malas pasadas.
Realiza un enlistado que describa tus cualidades más destacadas, aquello que te gusta de ti, de tu carácter, de tu cuerpo y que cosas te hacen un ser especial. Ponte a trabajar en mejorar aquellos aspectos con los que no estás conforme, y sobre todo quererse, mimarse y tratarse con cariño. La mayoría de las veces nos juzgamos con demasiada severidad.
Es por ello que debemos iniciar con uno misma para así después poder apoyar alguien más a ser mejor cada día y potenciar todas esas cualidades.
Lic. Jared Misael Campuzano Carrasco
Maestro del Instituto Leona Vicario